Glándulas Mamarias

Pinto con sangre tu nombre en mi corazón desahuciado, me embriago en los recuerdos y los amargos momentos, mi sangre ahora es vino, la ausencia consume mis sueños, noches en vela desgarrando mi espalda y pecho hasta que la pérdida de fluidos me deje aturdido y desfallezca en la habitación de tu olvido.

Mis ojos se han secado y mis huesos calcinado, arranco pedazo a pedazo la carne por donde tus besos han pasado, aún guardo tu saliva en rincones de mi estomago, resuenan a mi oído las canciones que tu respiración formulaba cuando tu cuerpo frotándose contra el mío estaba.

No quiero moverme, no quiero que me recen, ni mucho menos espero salvarme del oscuro laberinto a donde he mandado mi alma, donde he abaratado mis sonrisas, pues los árboles que alguna vez cantaron, no hacen más que desplomarse frente a mi futuro sin sentido y carcomido.

Sosteniendo el último aliento me encuentro, un paso en falso y desapareceré de todo recuerdo, las huellas que marqué en tu cuerpo no serán más que arena esparciéndose con el viento, sólo deseo desde hace tanto tiempo un abrazo sincero, donde pueda caer y respirar profundamente mirando tus ojos sobre tus dulces pechos.




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