Dios mío, Dios mío, ¿Porqué me has abandonado?

Dios mío, Dios mío, ¿Porqué me has abandonado?, ¿Qué carajo es lo que estás pensando?, mi caminar me está pesando, si eres mi padre ¿porqué has permitido que éstos pútridos salvajes me golpeen, desfiguren el rostro y casi me asesinen?, te odio en lo profundo de mi ser, no concibo tu existencia, no quiero tu puto reino de mierda, 33 años esperando, predicando, ayunando, preparándome, ¿para ésto?, mejor hubiese probado todo placer, llegar al éxtasis por cojer diferentes mujeres de noche en algún burdel, emborracharme hasta inconsciente caer. Pero no, mi destino es sufrir para que todo aquel con un pecado salve su alma y me acompañe para a la derecha de ti poderme sentar, ¿qué clase de juego enfermo te gusta jugar?.

A éstas alturas hasta belcebú parece mejor opción, ¿Padre?, no eres más que la promiscuidad de toda la humanidad, ver pequeños seres peleando por conseguir de comer, asesinando, sodomizando y a quien venía a traerles un mensaje de amor y que sus patéticas vidas mejoraran, se encuentran flagelando.

Dios mío, Dios mío, ¿En verdad existes?, ¿En verdad creaste con tanto amor a éstos asquerosos seres?. ¡Responde con un carajo!, más padre fue José, él que jamás pudo disfrutar del placer carnal con mi madre u otra mujer, debido a que tú, por medio de una paloma inyectaste tu semilla en su ser. 

Tú y todos tus putos ángeles no tienen idea de lo que es sufrir, siempre es sus pedestales, adorándote, no eres si es que existes más que un egocéntrico enfermo de mierda. Ojalá ésta nunca hubiese sido mi tarea, ojalá nunca hubiesen estos seres evolucionado, ojalá esto acabe pronto sólo para escupir tu rostro por todo esto que estoy sufriendo. Desgraciadamente no puedo hacerlo, no tengo el valor, ni la fuerza para irrumpir contra tus leyes, quizá porque no te entiendo, quizá porque ésto es un sueño, quizá porque mi propia existencia y la de todos no es más que una ilusión, un simple juego. Sé que te amo, existas o no, me ames tú o no, esto que será contado en un futuro de verdad haya pasado o no. Así que no puedo más que remitirme a decir, soy tu humilde siervo, aunque por ti, vaya morir crucificado y con el hocico desfigurado, te amo aunque me tachen de ser un loco enfermo. 

Dios mío, Dios mío, ¿Porqué me haz abandonado?... Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya.

- Jesús apunto de morir crucificado / Palabras agregadas a lo que quizá fue el instante de duda de uno de los hombres más devotos a una deidad.



Comentarios