El joven llegó decidido a reclamar lo que por derecho se le había concedido y a desplazar a aquel anciano que con defectos y virtudes hizo el mejor de sus trabajos, no importándole su situación o apariencia, su sed de poder y adrenalina corriendo por sus venas le hicieron cometer ese acto impúdico, clavando 12 veces su cuchillo, riendo y mutilando partes de nuestro viejo amigo. Tanto lo disfrutaba que bailaba al rededor de una fogata y bebía champaña. Mientras, el cuerpo desmembrado yacía dentro del fuego. Todo para que aquel joven llegase a apoderarse del calendario, de este y maravilloso nuevo año. Felices fiestas a todos.
Imagen Peter Paul Rubens (1577-1640) Cain slaying Abel
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