Belcebú parte 1

Quemadme, quemadme ahora nauseabundos animales creaciones de su señor, me repugna verles, escucharles y saber que existen, deseo hace tanto tiempo reunirme con aquel que me enseñó el placer de la carne, el libre albedrío del desenfreno de los sentidos, no como ustedes pútridos moralistas, con sus cánones de como vivir, como vestir, que decir y que no, con quien acostarse y porqué hacerlo. Se sienten superiores por sus asquerosos tabúes y valores, les desprecio tanto que morir en éste fuego me reconforta, pues él, mi amado, vendrá por mi, para habitar un mundo lleno de completa humanidad sin tapujos y reglas estúpidas, solamente mujerzuelas y juegos de azar.

- Una bruja antes de ser quemada viva por los hombres del señor.


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