Rompes mi paciencia, desatas los demonios de mi cabeza y provocas irá en momentos donde no existía, lazos que se caen a pedazos, como si cada palabra fuera un terremoto que sacude mis entrañas, cólera vomito en las noches y amanezco con tragos de café y cigarrillos en mi mano, para encubrir ese mal sabor de boca que dejan los sollozos en cuatro paredes, donde no dejo que el final se acerque.
Tanto que decir que siempre lo olvido, por eso mejor lo escribo, dudas en el corazón se manifiestan cada día por toda la semana y con el alcohol trato de borrarlas, 1460 días llevo de residente en esta tu casa la más sacra que he conocido, donde creí mi contrato era permanente, pero cada noche lo comienzo a sentir más como un hotel de paso, donde mi estabilidad se comienza a tambalear.
Trato de entender porqué es que las estrellas de nuestro cielo se caen, y el fuego de aquel encuentro extinguiéndose está, pero... respuestas no puedo encontrar.
Rifaste
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