La esperanza muere al último

Ya hace tiempo que no escribo y tengo una que otra cosa nueva para variar, hoy, fuera de escribir algo como lo que hago siempre o de redactarles historias con una prosa diferente, me he dado a la tarea de contarles una anécdota que me hizo poder seguir confiando en las personas y que muchos de nosotros a veces nos quejamos de la pobreza, del desempleo, la violencia, etc. Pero no hacemos nada para cambiarlo, esto que voy a contarles comienza así...

Estando de vacaciones de verano en la universidad decidí conseguir un empleo, puesto que carecía de fondos y quería ayudar a mis padres al menos en el tiempo que no estuviese en la escuela y ganar mi propio dinero, como todo adolescente sin experiencia en otro tipo de trabajo, entré a una cadena de comida rápida para que no me demanden le llamaremos "Carlos Mac Burger Junior". 

Entré junto con un amigo, la verdad un trabajo fácil y era un buen ambiente, todos cotorreaban chido, pero un día... Yo entré a trabajar en la mañana y un señor de edad ya avanzada, especulando... yo diría que tendría entre unos 60 y 70 años, ya se movía como cuando Gokú entrenaba en la nave camino a Namekusei con la gravedad aumentada 30 veces, llegó al mostrador y pidió hablar con el gerente su voz ya desgastada, como cuando te tomas una botella de tonayan en una fiesta de la prepa, Salió el gerente su petición no era complicada, ni nada del otro mundo si fuera de un joven sin empleo pero alguien de su edad que ya debería de estar siendo mantenido por su familia, si es que tenía claro, su petición dejarlo lavar carros fuera del establecimiento de comida para ver lo que podía sacar, a lo que el gerente contesto que sí y el señor en los días fue constante yo trabaje solo como mes y medio y casi siempre lo veía cual fuera el turno que me tocara esa semana y muy amable debo recalcar seguido entraba y salia pues como todos tenía necesidad de un baño, y siempre pedía permiso así fue al menos unas dos semanas hasta que logré ver, que el mundo aún no es una mierda del todo.

Entré a trabajar ese día al rededor de las 10 de la mañana y el señor ya estaba ahí preparado para recibir los primeros autos de la mañana. Yo hacía mis labores, trapear limpiar las ventanas, checar mi estación de caja, etc.

Como a eso de las 11:00 am llegó un señor de aspecto un tanto burgués pero buena onda a la hora de ordenar y siendo sinceros la mayoría de personas que llegaban a comer al "Carlos Mac Burger Junior" tenían al parecer un nivel económico un poco más elevado que los que van a otras cadenas, digo al menos yo no pagaría 115 pesos por un combo de hamburguesa, papas y refresco, aunque he de admitir que estaban muy buenas (me hacían descuento de empleado) igual siempre terminaba comiendo la que nos daban gratis por pinche tacaño, el señor pidió una hamburguesa de las "buenas" por decirlo así, fue se sentó en su mesa y comió con tranquilidad como si el tiempo no fuese un obstáculo para el aquella mañana de sábado.


Al terminar de comer, fue y se acercó al mostrador y dirigiéndose a mi dice las siguientes palabras; 

Señor: Oye disculpa, ¿quien es ese señor? ¿trabaja aquí?
Yo: No trabaja para la empresa pero pidió permiso para lavar autos y ganar algo de dinero... (entre mi creía que el señor se había incomodado al ver a aquel hombre de edad avanzada, yo lo supuse así por el aspecto del cliente en ese momento de una persona "con dinero")
Señor: Mmm... Bueno...
Yo: ...

Antes de creer que el cliente iba a retirarse me dice...

Señor: ¿No sabes si ya desayunó?

Yo: No, la verdad no tengo idea, siempre viene a la misma hora y se está aquí trabajando lo único que nosotros podemos ofrecerle es agua o refresco gratis.
Señor: Ya veo, me das una hamburguesa, por favor y dame una de las grandes.

Yo: ¿Con papas y refresco está bien?
Señor: Sí para que se llene, como debe de ser, toma te la pago de una vez deja voy a hablarle al señor para que entre y se la coma aquí en el restaurante como todos los demás.

Antes de irse me dice...

Señor: Es feo ver como una persona de edad avanzada tiene que trabajar para poder mantenerse siendo que es posible que tenga familia hijos y ellos mismos no lo atiendan después de todo lo que probablemente el les dió o quien sabe cual sea su historia pero a nadie se le puede negar una mano.


Al momento entra el adulto mayor junto con el nombre muy agradecido y el señor le dice; Debo ir a trabajar sino con mucho gusto le haría compañía, el señor se retiro nos dio las gracias y subió a su camioneta.

Cuando vi esa acción fue algo que alegró completamente mi día se me hizo bien perro, como sin nada a cambio ofreció su mano a alguien de quizá no tan buenas posibilidades como el, además del hecho que me dieron una cachetada con guante blanco, por juzgar a aquel cliente que fue a desayunar ese día, y me recordó como a veces nos quejamos de muchas cosas o queremos ayudar en grandes masas, que la gente quiere apoyar a África, apoyar las favelas en Brasil y se la pasan posteando en facebook asociaciones para recaudar fondos para esas personas, cuando a la vuelta de nuestras propias casas hay alguien que necesita nuestra ayuda no necesitamos irnos tan lejos.

Chido one, me despido y otra vez estaré escribiendo más seguido, no es como que tengo muchos lectores púes jaja, pero mientras a uno solo pueda sacarle una sonrisa o dejar algo en el, es suficiente para mi. 


Comentarios

  1. No te importe que no tengas, muchos lectores, no dejes de escribir, me encanto!

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